lunes, 1 de septiembre de 2008

Discóbolo

DISCÓBOLO



Lo primero que pensé al encontrarme con esta escultura fue que la ubicación física en la que está es muy mala, había pasado innumerables veces por esa esquina tanto caminando como en vehículo (auto, ómnibus, manejando o no, esto lo aclaro porque creo que es importante analizar desde que puntos de vista se miró el espacio, alta o baja altura, rápido o lento, atento al tránsito o no ) y jamás había tenido la grata sorpresa DE VER A DISCÓBOLO, asi como tampoco había visto otras esculturas que “encontré” escondidas detrás, debajo, o a la sombra de árboles y arbustos en el Parque Batlle.

Meditando un poco sobre esta primera impresión es que empecé a buscar explicaciones, y justificaciones, para lo que parecía tan grande error, lo primero que se me ocurrió es que cuando esta escultura fue instalada en ese lugar los árboles no eran grandes, o ni siquiera había árboles, que ahora estamos en invierno, y por más que fui al mediodía la luz en esta época del año no ayuda a que tengamos una buena apreciación de las cosas ubicadas al aire libre.

Pero al seguir pensando me di cuenta que si no había árboles, cuando fue instalada, entonces era un lugar descampado por lo que la escultura, dadas sus dimensiones, igual estaba mal ubicada porque “se perdería” en tan basto espacio, entonces aquí lo que fallaba era la escala respecto a su entorno.

En cuanto al dibujo no tengo críticas o comentarios negativos para hacer, sino que por el contrario, me gustó el dibujo y la armonía que en general tiene la escultura, salvo sus facciones que creo que deberían tener una expresión un poco más de concentración para lanzar el disco (ver foto), el dibujo de los músculos de piernas y un brazo (porque el otro queda totalmente tapado por ramas del árbol), me pareció muy bueno, los músculos se ven sin ser exagerados, sin estar en una gran tensión, sin hacer fuerza, lo que se condice con lanzar un disco, pero le faltaría, insisto la expresión de más concentración. Me trasmitió la sensación de un gran equilibrio, y de un gran estudio del movimiento que hace un atleta para lanzar un disco.


En síntesis podría decir que la escultura me resultó muy agradable a la vista, por su dibujo, expresión, armonía y escala respecto a mi, que (aunque parezca contradictorio con lo expresado más arriba) está ubicada correctamente respecto al entorno de locales deportivos y de esparcimiento del lugar, no asi en ese lugar específico del Parque Batlle ya que no se ve, ni se aprecia, por un tema de luz.



La última reflexión respecto a Discóbolo y también a la mayoría (no se si todas) de las esculturas y monumentos de Montevideo es el total descuido y abandono a las que están sometidas las obras, demás está señalar, la suciedad de la que se encuentran rodeadas, la falta de partes, la falta de nombre y señalizaciones en la que están.



En síntesis me encantó Discóbolo, creo que es necesario hacerlo conocer.







FUENTE DE LOS ATLETAS


Respecto a esta escultura encuentro que si bien se le puede ver de lejos fácilmente igualmente no está ubicada en un buen lugar. No tengo claro donde es que se deben ubicar “las fuentes”, pero en lo personal me gustaría que fueran centro u objetivo de un determinado espacio, ésta está ubicada en un costado, o vértice de una especie de manzana.

No ayuda a la buena apreciación de la fuente el hecho de que no tenga agua, pude descubrir unas figuras parecidas a gárgolas de donde supongo debería salir agua aunque no pude descifrar hacia donde debiera ir o hacer su circuito ésta, el estado de la fuente en cuanto a su conservación es deplorable.

En una primera mirada me pareció que no está bien proporcionada la escultura central respecto al tamaño de la pileta, pero de esto no estoy segura ya que, repito, la falta de agua contribuye a que no se la aprecie en su justa medida.

Le llega buena luz, hay árboles en los alrededores que no interfieren con su visual, que en este caso no sería tan grave, como con Discóbolo, si tuviera agua, porque el ruido del agua corriendo por la fuente nos ayudaría a llegar a ella, aún sin verla completamente (esto es muy romántico).

El dibujo de los atletas creo que está bien aunque en la expresión facial tal vez necesitarían un poco más de sensación de fuerza, imagino que el volumen que levantan es pesado (tal vez un macetero). Esta falta de imagen de fuerza sólo encuentro que hace falta en las caras, que son las tres muy iguales, no en el los cuerpos, donde si se notan muy bien los músculos en tensión. Al olvidarme de quien era la escultura se me representó como si fuera una escultura griega, desconozco porqué Z. de San Martin la trabajó de esa manera.

Aquí también repito el comentario del abandono a que está sometida la obra.

1 comentario:

063GutiérrezS dijo...

me causo gracia la palabra breve...